We started back to school two weeks ago. For those outside of Argentina the school year runs from March to December. Most public schools, however, don't truly have all those days because of a practically permanent state of striking by the teachers and staff. Teachers are paid very poorly, schools have little resources, and the government hasn't been able to help. In a sense, with private schools being out of reach for most families, it's a wonder more parents don't seriously considering homeschooling as an option.
This year we considered sending the boys back to private school. Each year it always feels like a hard decision. One reason is that it continues to feel hard to be integrated well into Argentine society without going to school. So it often feels like a sacrifice socially to choose homeschooling. However, when I think about the boys sitting there for hours a day to learn a fraction of what they can learn at home (not to mention that I would have to pay for them to learn less) then I just can't bring myself to do it. Also, they are happy doing homeschool so for now we are going to keep going. But like any decision regarding your children, it seems to always be fraught with doubt and insecurity. So I am muddling through those emotions as we start the school year. However, despite my insecurity we are off to a great start and I am excited about what they will learn.
The picture is of my middle son riding a horse while we were on vacation this summer in Uruguay. We spent an incredible month on a chacra, which means small farm. It was a welcome relief from the city and the boys had a great time playing outside everyday with their friends.
Comenzamos de nuevo la escuela hace dos semanas. Para los que están fuera de la Argentina, aquí el año escolar se extiende desde marzo a diciembre. La mayoría de las escuelas públicas, sin embargo, realmente no dan clase todos los días debido a un estado casi permanente de huelga de los maestros y el personal. Los profesores son muy mal pagados, las escuelas tienen pocos recursos, y el gobierno no ha sido capaz de ayudar. En cierto sentido, con las escuelas privadas estando fuera del alcance de la mayoría de las familias, es raro que los padres no estén considerando seriamente la educación en el hogar como una opción más a menudo. Este año, se consideró el envío de los chicos de vuelta a la escuela privada. Cada año siempre se siente como una decisión difícil. Una de las razones es que se sigue sintiendo difícil estar bien integrados en la sociedad argentina, sin ir a la escuela. Así que a menudo se siente como un sacrificio social elegir educación en el hogar. Sin embargo, cuando pienso en los muchachos sentados allí durante horas al día para obtener una fracción de lo que pueden aprender en casa (por no hablar de que yo tendría que pagar para que aprendan menos), entonces yo no me atrevo a hacerlo. Además, son felices haciendo escuela en casa así que por ahora vamos a seguir adelante. Pero como cualquier decisión con respecto a los hijos, parece estar siempre llena de dudas y de inseguridad. Así que estoy sacando del paso las emociones a medida que comenzamos el año escolar. Pero, a pesar de mi inseguridad han tenido un gran comienzo y estoy entusiasmado con lo que van a aprender. La foto es de mi segundo hijo montado en un caballo mientras estaban de vacaciones este verano en Uruguay. Pasamos un mes increíble en una chacra (lo que significa pequeña finca) en José Ignacio, Uruguay. Nos dió un receso de la ciudad y los niños tuvieron mucho tiempo para jugar afuera todos los días con sus amigos.